
Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
martes 17 jun. 2025
El INE y el ‘haiga sido como haiga sido’
Con una mayoría mínima de un voto e ignorando los señalamientos y las evidencias presentadas por algunos de sus consejeros, el INE decidió declarar “válida” la elección judicial y procedió a entregar ya las constancias de mayoría a los nuevos funcionarios judiciales. Parafraseando al clásico expresidente, la consejera presidenta Guadalupe Taddei y otros cinco consejeros, aplicaron aquello de que “haiga sido como haiga sido”, la elección judicial ya está consumada y, aun con las graves irregularidades, principalmente la descarada y burda inducción del voto promovida desde el oficialismo, declararon “legal y válido” lo que claramente fueron ilegalidades que hicieron de esta una elección sucia, inducida y manipulada.
Porque solo consejeros que tuvieran consigna pudieron haber ignorado los datos que se expusieron en su sesión del pasado domingo, en donde los propios resultados oficiales arrojaron una comprobación estadística y numérica que confirma que sí se afectó la calidad del “voto libre y voluntario” que exigen la Constitución y las leyes electorales como condición indispensable para hablar de una elección legal, cierta y democrática.
Bautizado por el consejero del INE, Martín Faz, como el “efecto acordeón” que afectó a estos primeros comicios judiciales, el hecho de que en el 23% de los votos emitidos para elegir a los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hayan ganado exactamente los mismos candidatos que aparecían en los “acordeones” que promovió Morena y las estructuras de la Secretaría del Bienestar entre los votantes, y en los que se les decía, abierta y descaradamente a los electores cómo y por quiénes debían emitir su voto el domingo 1 de junio.
Si eso pasó en la elección de la Corte, en el caso del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, el asunto es mucho más evidente y escandaloso: en el 90% de las casillas instaladas en toda la República, ganaron los mismos candidatos que aparecían en los acordeones, en proporciones de 3 a 5 que fueron votados exactamente igual por personas de distintos estados de la República. ¿Cómo declarar válido y normal que la mayoría de los electores hayan decidido votar por los mismos candidatos, a sabiendas de que esos candidatos aparecían “inducidos” y “recomendados” en los acordeones que la mayoría de los consejeros consideraron una práctica “antidemocrática?
En contra de la validez de la elección y con el argumento de pedir que se investiguen primero todas las irregularidades y denuncias presentadas por inducción del voto y por los llamados “acordeones” como una práctica ilegal que afectó la calidad del voto libre y secreto, votaron los consejeros Claudia Zavala, Jaime Rivera, Martín Faz, Dania Ravel y Arturo Castillo. Mientras que a favor de declarar “válidos” estos comicios judiciales, ignorando las evidencias de irregularidades graves, votaron la presidenta Guadalupe Taddei, Norma Irene de la Cruz, Uuc-kib Espadas, Carla Humphrey, Rita Bell López y Jorge Montaño.
Y aunque por un solo voto se impuso la mayoría que prefirió ignorar la burda manipulación e inducción del voto, el caso pasará ahora a la esfera del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que tendrá que responder a las impugnaciones ya presentadas por varios actores políticos y que se refieren justamente a lo que no quisieron ver ni Guadalupe Taddei ni el resto de los consejeros que se hicieron de la vista gorda y que prefirieron aplicar aquel dicho de Felipe Calderón en 2006, ahora en versión del oficialismo morenista: las elecciones judiciales, que se vendieron como un “gran logro histórico y democrático”, resultaron el peor ejercicio democrático y el de más baja participación en México desde 1997 a la fecha.
Pero cuando se trata de validar lo que el oficialismo quiere y los órganos electorales ya actúan bajo consigna del régimen, entonces no importa que se documenten y se prueben las irregularidades y que todo el país haya sido testigo de las burdas y descaradas maniobras que llevaron a que en esta elección resultaran ganadores justamente los mismos candidatos y candidatas que promovía el partido oficial junto con instituciones de los gobiernos federal, estatal y municipales que se dedicaron a inducir y cooptar el voto de los pocos electores que decidieron participar en este ejercicio.
Está claro, pues, que el INE colonizado por Morena ya cumplió con declarar la validez de las cuestionadas elecciones judiciales. Habrá que esperar ahora cómo actúan los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Aunque, a juzgar por sus últimas votaciones, siempre proclives al oficialismo y a beneficiar al régimen, no hay mucho que esperar de los magistrados electorales que, domesticados también ya por el poder, volverán a repetir a grito abierto que esos comicios fueron legales y legítimos “haiga sido, como haiga sido”. Los dados repiten Serpiente. Caída libre.