Elección Judicial: el avance del retroceso

José Ramón González Chávez

Observatorio Constitucional

Norberto Bobbio ha afirmado y con razón que el sistema electoral es uno de los grandes pilares del edificio constitucional. Sin embargo, la “elección” del pasado 1° de junio en México trastocó este principio ya que la forma pasó por encima de uno de los elementos que son fondo del Estado: la población, al carecer de ciudadanía adentro y afuera:

Hacia adentro, en cuanto al proceso que el grupo en el poder concibió de forma unilateral, la mayoría de los ciudadanos escogidos y capacitados que fueron designados y vueltos a designar para participar como funcionarios de casilla, rechazaron el encargo; no asistieron el domingo o renunciaron previamente el nombramiento (datos del sistema de información de l jornada  electoral). En adición solo llegó el 20% de los escrutadores, por lo que tuvieron que designarse entre los ciudadanos que se encontraban en la fila de votantes. El “partido” en el gobierno tomó sus prevenciones y mandó a sus seguidores a formarse temprano a fin de poder ser ubicados en la mesa electoral. Esa fue la razón por la cual hubo tantos retrasos en la apertura de casillas.Fue un proceso turbio, sucio, mermado por la falta de apoyo presupuestal para realizarlo que finalmente solo pudo establecer la mitad de las casillas previstas. 

  • Hacia afuera, la ciudadanía, la real propietaria original de la soberanía, el verdadero “pueblo del Estado, decidió en una proporción histórica rechazar la propuesta. Si bien según cifras oficiales fue a votar solo el 13% del padrón, uno de cada cinco de estos asistentes anuló su voto; unos porque decidieron asistir y manifestar incluso con majaderías, su rechazo al proceso; otros porque no pudieron tomar una decisión por la falta de información y complicado de las boletas y la barrabasada de hacer acordeones para inducir al voto a los electores en lugar de facilitar el proceso lo complicó todavía más y acabo con los principios clásicos universales del sufragio en cuanto al voto libre, secreto y directo. El caso es que nunca en la historia electoral de nuestro país había habido tal porcentaje de rechazo a un proceso electoral. 

Hay quienes pretenden justificar al fracaso arguyendo que no se trató más que de un “experimento” para pulsar hasta qué punto la ciudadanía estaba de acuerdo con el cambio. Tal argumento es falaz puesto que ningún “experimento puede tener como objetivo demoler instituciones constitucionales, y particularmente una de las ramas del poder publico que es un elemento del Estado y pilar como hemos mencionado en no pocas ocasiones, del sistema Constitucional.

También hemos mencionado que el sistema de justicia no se compone solamente de las normas e instituciones judiciales. De hecho la mayor parte del sistema de justicia recae en el poder ejecutivo: Policía preventiva; Ministerio Público y sus órganos auxiliares (policía judicial, hoy llamada “ de investigación” y servicios periciales); prevención y reinserción social (reclusorios) y en el legislativo en lo que se refiere a la creación y modificación de normas correspondientes al tema, y de todo eso casualmente no se ha hablado ni una sola palabra y no requiere de proceso electoral alguno, sino de decisiones sobre políticas públicas, programas y acciones DEL EJECUTIVO que es el responsable de esas materias además de acciones concretas de los organismos de educación superior públicos y privados para revisar y actualizar sus programas de estudio y los de formación inicial y continua a profesores.

Este fallido proceso electoral, trágico, grotesco, fársico, fue una oportunidad perdida e irrecuperable para el grupo en el gobierno que teniendo un amplio abanico de opciones, pudo aprovechar para realizar cambios verdaderamente profundos y trascendentales para mejorar con seriedad el sistema de justicia, y muestra que el fraude no estuvo en el resultado de la elección, sino en la naturaleza misma del proceso. ¿Cuál será la factura que los mexicanos tendremos que pagar por este capricho que por ejemplo instaura como ministros de la Corte a personas que nunca han pisado un juzgado? Al tiempo…

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